Blade Runner, fotografía en estado puro.
Como sabéis soy bastante cinéfilo y por consiguiente tengo verdadera obsesión por las composiciones y colores en las películas, también me fijo mucho en las ambientaciones y en la música de las mismas ya que son lo que terminan por trasladarte a una sensación o emoción. Después de haber hablado en este blog de alguna cinta como «Los sueños de Alexandria» he de decir que una de las películas que marcó mi infancia y mi adolescencia no solo por su fotografía si no por muchas otras cosas mas fue Blade Runner, un film del aclamado director Ridley Scott mas conocido por películas como Alien, Gladiator o Black Hawk Derribado, estoy seguro que muchos conocéis la película y que muchos otros coincidirán conmigo en que es una obra maestra en casi todos los campos artísticos que compone un film, contando con que el guion es una adaptación de una novela de ciencia ficción de Philip K. Dick titulada extrañamente y casi jocosamente como «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» en todos los demás aspectos marcó un antes y un después.
Los Ángeles, 2019
La llegada y potenciación del ciberpunk fue culpa en parte de Blade Runner y a partir de entonces, este film fue un ejemplo que sirvió de inspiración para muchos directores, marcó tendencias en la decoración de interiores, en la moda de entonces y los decorados y el vestuario fueron un adelanto creativo, todo esto no hubiese sido posible gracias al gran control que Scott tiene de la luz en cualquiera de las tomas, unas penumbras y unas atmósferas doradas que saben conseguir la gruesa densidad de un mundo abandonado y caótico, salpicado por luces de algún color vivo que denota dosis de relax y búsqueda de lo natural. Los actores exquisitos en cualquiera de sus papeles hacen creíbles cualquier sinrazón humana que se detalla en el film, cada uno de ellos tiene una personalidad propia arrolladora, incluso la sensación insípida de Rachel (Sean Young) se hace tan latente y emocional que inspira realmente esa falta de emociones que cree creer y su búsqueda de tenerlas y sentirlas, un Deckrd (Harrison Ford) abandonado de si mismo, pero orgulloso de ser un ser verdadero… ¿o no? perdido en un mundo de perdidos, solo busca el perdón de lo que no sabe realmente el porque pedirlo, Gaff (James Olmos) borda con soltura el desinterés por lo que pase, pero que aguanta hasta el final la fuerza del que está al lado, que decir del portentoso Roy (Ruther Hauer) quizás el que mejor sabe lo que quiere con paso firme y con condescendencia… en fín. Punto importante es su música compuesta por el gran compositor de New Age Vangelis, hasta día de hoy muchos creen que es la mejor banda sonora de la historia y no dejarían de tener razón, melodías que te acompañan transportan y te mantienen en un mundo casi real.
Pero lo que realmente nos interesa en este blog es sin duda hablar de fotografía y en el caso de Blade Runner es un hecho que su fotografía es una obra maestra de luz y sentido, podríamos escribir un libro de cada escena explicando el uso de esas luces y composiciones, desde la primera toma donde una ciudad infinita se pierde entre explosiones, se supone que de gas para energía, hasta la ultima toma de la paloma radicalmente blanca que libera Roy al cielo y el encontronazo de Deckard con el unicornio plateado de papiroflexia existe un delirio de imágenes que hacen que queramos extrañamente estar allí sin ser un sitio idílico, la habitación de hotel de León, el aterrizaje del «Spinner», el edificio Tyrrel, la entrevista de León, el ascenso de Roy en el elevador a ver a Tyrrel como si fuese a ver al mismo Dios o realmente su creador … todas estas tomas son realmente arte puro de luz.
Estética y luz.
De mis escenas favoritas seria y no se si en este orden, los momentos en los que Deckard está en su casa con Rachel, en donde se limpia la boca de sangre en la cocina después de un encuentro con uno de los «Replicantes» o cuando charlan Rachael y el tumbado en el sofá de madrugada y las luces se cuelan por la ventana, el momento de la presentación y del test Voigh Kamp con Rachel es sublime, como cambian la luz en ese entorno ecléctico con unos tonos dorados. Todas estas cosas solo en el tema estético porque si nos vamos al argumento podríamos seguir hablando maravillas, unos androides fabricados por el hombre a imagen y semejanza que el mismo para tareas de todo tipo gracias a la biomecánica, tan perfectos que al final pueden llegar a tener sentimientos, algo que desconcierta y rompe al propio ser humano que juega de alguna manera a ser Dios, unos androides que buscan finalmente lo mismo que los humanos, de donde vengo, a donde voy y cuanto tiempo me queda, lo que les hace ser inconsistentes emocionalmente de una forma primaria es saber que eso lo pueden descubrir y conocer, cosa que un humano no, argumento que puede tener muchas vías y caminos, como no saber ni uno mismo si uno es un androide o no. Una película con muchos mensajes ocultos y alegóricos que hacen que podamos jugar.
Y llegó el 2049 ¿Qué pasará?
No obstante en 1982 en su estreno, este filme no tuvo ningún éxito comercial y no produjo grandes beneficios, quizás el público todavía no estaba preparado, fue en los años siguientes donde se empezó a descubrir el potencial en todos sus aspectos, llegando a ser una película de culto y catalogada como una de las mejores de la historia, amada por cualquier tipo de cinéfilo o persona de a pie. Ahora en este 2017 se estrenará el remake de Blade Runner, Blade Runner 2049 , no con ciertos miedos en los que aclaman como pura la cinta antigua ¿Cómo mejorar lo inmejorable? ¿Cómo seguir con algo perfecto?
La verdad es que habría que verla con otros ojos y saborear de algún modo lo que parece una buena cinta que emula lo ya inventado en cuanto a estética y color, un filme en definitiva para románticos eclécticos «La perfección visual de Blade Runner es insuperable» – viendo el Teaser me emocionado por volver a sentirme dentro de la atmósfera de esta cinta. Creo que estaremos de acuerdo de que a muchos como yo se nos quedaba ya pequeño pasear por los mismos decorados una y otra vez, eso si, amando como nadie esos recursos que he comentado antes tan novedosos en su época como las penumbras, ambientes cargados y neones desvanecidos, yo hubiese sido feliz en una casa como la de Rick Deckard con su caos y su oscuridad, la elección de Ryan Gosling para mi es perfecta, pues dentro de las películas que amo esta Drive, donde Ryan clava un personaje asépticamente podrido y brutalmente romántico, y os confesaré que Gosling me atrae como actor en muchos sentidos, solo nos falta saber como funcionará la música de Jóhann Jóhannsson en una película que en su tiempo fue increíblemente importante la obra maestra del compositor Vangelis. El Audaz director ahora es Denis Villeneuve y el productor como no Ridley Scott. Jared Letho, Robin Wrihgt, Harrison Ford, Ryan Gosling y Ana de Armas componen el elenco principal de actores. Veremos como termina esta nueva idea, si en drama o en una increíble forma diferente de sentir el cine.