Henri Bureau, fotógrafo de un icono.
Esta imagen publicada infinidad de veces tiene esa fuerza característica porque sobrepasa el particularismo de la guerra entre Irán e Irák. Publicada en en 1980 en la revista alemana Stern, reaparece de nuevo publicada en el año 1990 con motivo de la guerra del Golfo. No necesita pié de página, todos los elementos del conflicto están presentes de una forma asombrosa y cuidada, es un autentico icono de la guerra del petroleo. Todo esto dice Frank Mueller que entonces era director de Stern en la oficina de Nueva York.
El conflicto.
El 22 de Septiembre de 1980, el Irak de Sadam Husein invade el Irán del ayatolá Jomeini en lo que será la primera guerra del Golfo Pérsico. El objetivo es la población fronteriza del Chatt el Arab que es donde reside mas de la mitad de las reservas petrolíferas del mundo. Un conflicto fraticida, tres millones de soldados se enfrentan en trincheras convirtiéndose en un salvaje enfrentamiento, el resultado ocho años después son un millón de muertes y dos economías hundidas.
Henri Bureau.
Henri Bureau, fotógrafo entonces de la agencia Sygma, comenta que le reprocharon haber preparado la instantánea, pero, «¿que merito le resta eso?» reprende. El fotógrafo comenta en una entrevista que «Perseguí esta foto durante 20 años» y nunca mejor dicho, quien la sigue la consigue, el tercer día de la guerra llega a Irán, escoltado por dos Jeeps militares de los iraquíes, circula por un camino que atraviesa a lo largo la zona del Chatt el Arab, en ese momento, divisa columnas de humo que se ven elevándose sobre el desierto, las refinerías iraníes están ardiendo, sabiendo que la noche esta cayendo, grita ¡Stop! «Al ver a mi conductor caminar con la metralleta en la mano, mi encuadre recogía algo extraordinario. El me sonrió y me hizo la señal de la V de la victoria, pero yo no quería identificarlo, quería una foto que simbolizara esa guerra, ese conflicto, así que le pedí que se diera la vuelta, eso es todo. No es un montaje como tal, no fui yo quien desencadenó la guerra ni la quema de aquellos pozos, en mi carrera he dejado escapar miles de fotografías simplemente por no haberlas visto a tiempo. Esta foto la he estado persiguiendo durante veinte años y cuando se presentó, no fallé. Ese es mi mayor orgullo».