En una boda existen muchas cosas que forman parte de ese gran día, las flores, los trajes, los anillos, el menú, los detalles etc etc, pero una de las cosas que normalmente se le tiene especial cuidado, es sin duda el transporte de los novios que disfrutarán de uno trayecto muy especial y según en que se desplacen, seguro que existe un tercero e incluso un cuarto que disfrutarán como un niño, el primero suele ser el cuñado que casi siempre le toca hacer de chófer y el cuarto lógicamente, el fotógrafo de boda, porque podrá sacarle un partido especial a sus fotos gracias al vehículo que lleven, la fotografía de boda y los vehículos están muy relacionados visualmente.
Y no en vano desde que existen los coches, el vehículo de la boda tiene bastante importancia sentimental, aun hoy me acuerdo el cariño que le profesaban mis padres a ese Seat 127 al que le habían bautizado simpáticamente con el nombre de Calimero, primero por su color oscuro y segundo porque en el retrovisor interior llevaban un llavero con un Calimero colgando en honor a los dibujos animados de ese singular pollo negro de los setenta… creo haber escuchado que ese fue su coche de bodas.
Normalmente en el mejor de los casos, será un vehículo recién estrenado fruto del esfuerzo de los novios o regalo especialisimo de la familia y claro, hay que enseñarlo y darle importancia, nada mejor que un coche nuevo y reluciente para este día, otra opción muy utilizada es la de elegir quien de la familia o amigos dispone de una montura digna de un día tan extraordinario y pedirle el favor… bueno, normalmente casi nunca hay que pedirlo, pues el orgulloso propietario lo ofecerá como muestra de amistad o compromiso y sobretodo, porque es su orgullo y en el fondo, los que tienen vehículos especiales, singulares, potentes o caros les encanta enseñarlos y sacarlos a la mínima oportunidad, es su pasión al fin al cabo.
También tenemos a los novios enamorados de ciertos tipos de cacharros y joyas sobre ruedas, que si además son socios de algún club, tenemos imágenes originales e impactantes, además se dejan hacer de todo fotográficamente porque el protagonismo recae en algún momento sobre estos invitados, pueden llegar en una Vespa exquisitamente restaurada, un Seat seiscientos o un singular Mini. Otra de las opciones que están proliferando, es la de alquilar los servicios de un chófer con un vehículo clásico, los propietarios de estas preciosidades se han dado cuenta de este filón económico y no escatiman en restaurar sus amados modelos para ofrecer lo mejor en el mercado y alquilarlo es una manera muy loable de poder recuperar ese dinero invertido en esas restauraciones, lo mejor de todo, es que hoy en día puedes encontrar cualquier vehículo, de los años 20, coches americanos para los mas rockers, simpáticos coches que nuestros humildes padres pudieron conducir como los Mini, los 600, el escarabajo, vehículos extraños como moto-carros o carruajes de caballos muy utilizados en el sur.
Un regalo o detalle que se les suele hacer a la pareja en plan sorpresa, es la de alquilar una limusina para ese día y poder disfrutar de un pequeño lujo que quizás en otro momento no disfrutemos por falta de encontrar un pretexto para ello, unos vehículos llamativos, largos y amplios con multitud de comodidades, que siempre vemos en las películas americanas, aunque eso si , parece que están últimamente mas destinados a las despedidas de soltero/a. En Zaragoza por ejemplo existen varias empresas de alquiler.
Como veis existen infinidad de opciones y de disfrute y os puedo decir que visualmente para el fotógrafo de bodas es un aliciente mas para completar el reportaje.
Boda con un Mini (aquí)
Boda con Una Volskwagen Furgoneta (aquí)