Philippe Halsman fotógrafo puro.
La fotografía puede ser un virus que nos invade durante toda la vida, Halsman lo contrajo a los quince años al encontrar una vieja cámara de fotos en el desván de la casa familiar letona, en Riga. Desde el principio, hacer fotos significa dar forma a sus propias percepciones de la realidad «- Revelé mi primera placa en nuestro cuarto de baño con una suave luz roja de una bombilla, ese fue uno de los momentos mas mágicos de mi vida-» Después ser fotógrafo equivale a hacer retratos, al principio de amigos, de las novias de los amigos, siempre procurara hacer discernible la esencia de un ser en la expresión cambiante de su rostro, en un gesto esbozado.
Su Pasión y su meta.
Nacido en Riga (Letonia) en 1906 comenzara su carrera como fotógrafo mientras estudia ingeniería en Dresde (Alemania) visitará París y quedará prendado de la ciudad de la luz por su turbulencia cultural, poco después abandonará sus estudios y se afinca en la capital francesa para ser fotógrafo, no sin antes tener muy claro hacia donde quiere que vaya su fotografía, dejará de lado el academicismo de la época, y las tendencias redichas del momento para dar paso a retratos frescos, espontáneos, simples y redundar en las expresiones fugaces. En 1934 abre un estudio en Montparnasse especializado en retratos y acabará fotografiando a grandes figuras de la vida francesa, tres años mas tarde se casa con Yvonne Moser quien fue contratada por el como ayudante siendo una excelente fotógrafa desde ese momento será su querida compañera y colaboradora inseparable, teniendo ademas dos hijas, Irene y Jane. Durante la ocupación alemana la familia huirá sin Philippe por problemas burocráticos, pero gracias a Einstein, el gran físico que es un gran amigo de Halsman puede reunirse con su familia en 1940 en Nueva York.
Los EEUU descubren su fotografía.
Los principios de su etapa en EEUU no son fáciles, sin contactos ni reconocimiento tendrá que volver a empezar, en una agencia ve un retrato de una joven que le llama la atención, bella y sensual se decide a llamarla para fotografiarla, ella es Connie Ford que aceptará la oferta, según Halsman, los ojos de esa bella chica representa la América del momento y la retrata con el fondo de una bandera estrellada, al poco, la empresa de cosméticos Elizabeth Arden, utiliza esta imagen para lanzar su nuevo lápiz de labios «The Victory Red» será la consagración de la modelo y por supuesto de Philippe Halsman quien será reconocido como el nuevo fotógrafo de la nueva América, los años siguientes estarán marcados por innumerables portadas, tan solo en la revista «Life» 101, cifra récord hasta la fecha. En 1945 es elegido primer presidente de la American Society of Magazine Photographers (ASMP) en la cual luchará ardientemente por el respeto de los derechos de autor.
En 1948 consigue la nacionalidad americana y en 1958 la revista «Popular Photography» le considera uno de los diez fotógrafos mas importantes del mundo. Su reputación hará el resto y por el pasarán las personalidades mas importantes del mundo del cine, la política, el arte, la cultura… se someten sin miedo a su objetivo y por supuesto a sus brillantes escenografías que trabajará en profundidad con Salvador Dalí a quien les une mas que una amistad, muchas de esas personalidades serias se dejaron influenciar por la frescura de sus ideas, quizás la serie mas famosa de Halsman es «Jumpology» (Saltologia) una serie de retratos donde hace saltar a sus fotografiados experimentando en si una situación psicoanalítica improvisada. Halsman muere un 25 de Junio de 1979 justo después de su impresionante exposición en el Center of Photography de Nueva York.
El retrato ya no es, por tanto, la simple representación convencional de una persona, sino algo más íntimo, diferente, un sincero testimonio rendido a la verdad oculta del individuo.
Philippe Halsman por si mismo.
-» Para mí, un retrato es la afirmación de una personalidad y, por tanto, yo mismo debo realizar por completo cada una de mis fotografías, desde el encuadre hasta el revelado y positivado final. La tecnica fotográfica permite esta afirmación, no de manera fortuita, sino, al contrario, con una fuerza, una vivacidad y una claridad intencionales»-
-«Es importante recordar que una sesión de estudio es generalmente muy artificial. Raras son las personas capaces de permanecer relajadas y actuar con naturalidad frente al objetivo. Casi siempre, el fotógrafo se ve obligado a ayudar al sujeto a tranquilizarse. En numerosas sesiones me he dado cuenta de que lo que decía era mucho mas importante que lo que hacía con la cámara»-
-«Mi principal centro de interés en la vida ha sido siempre la gente. Un ser humano cambia continuamente a lo largo de su existencia. Sus pensamientos y su carácter varían. Sus expresiones y hasta sus rasgos cambian. Llegamos al problema crucial que plantea el retrato: si la apariencia de un humano se compone de un numero infinito de imágenes, ¿cual debemos intentar captar? Para mí, la respuesta siempre ha sido la misma: La imagen que, de la manera mas completa posible, muestra simultáneamente el aspecto exterior. En mi opinión esto es lo que constituye un buen retrato»-
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