Una de las fotografías mas icónicas del siglo pasado y de la historia de la fotografía es la fotografía del Beso de Robert Doisneau, en un París de Post-Guerra, la cultura y las publicaciones se hacen hueco a golpe de ilusión y alegría, los franceses re descubren los placeres de la vida y la calidad de vida que dan los nuevos electrodomésticos, las vacaciones y las modas norteamericanas con su Jazz y sus películas. En ese marco se realizó la icónica y amorosa imagen.
Robert Doisneau un fotógrafo de la vida.
Robert Doisneau nació en 1912 a las afueras de París, mas concretamente al sur de la gran capital francesa, conocido como el eterno paseante, una vez dijo de París «París es un teatro en el que pagamos la entrada con el tiempo perdido» razón no le faltaba, gracias a su paciente espera y ojo ávido de cotidianidad nos ha dejado un legado de 350.000 imágenes de una vida social y banal con una increíble frescura humanista, a el y a Henri Cartier Bresson, Brassai o Eugene Atget se le atribuye a lo que hoy en día conocemos como fotografía urbana, y muchos intentamos emular sus proezas gráficas portando cámaras que hoy día fabrican a imagen y semejanza de aquellas telemétricas.
Una fotografía preparada.
Aunque mucha gente creía que esta fotografía era un robado no fue hasta hace poco tiempo que se supo que fue una imagen preparada, quizás la inocencia de creer que todo es natural dispuso un estudio histórico en profundidad sobre varias obras fotográficas y su veracidad, entre ellas la famosa fotografía de Robert Capa del Miliciano muriendo y que todavía esta en sesudo estudio. En primavera de 1950 la revista norteamericana Life encarga a una agencia un reportaje sobre los enamorados en París y se dará el permiso de recurrir a actores si es necesario por el escueto tiempo del que disponen, así pues, dicho y hecho, Robert Doisneau contrata a dos estudiantes de arte dramático para la realización de esta imagen, ellos son Jacques Carteaud y François Bornet, pareja por aquel entonces, la prueba radica en que en los contactos, la misma pareja es vista deambulando por diferentes entornos, otra prueba irrefutable es la declaración abierta y despreocupada del mismo Robert Doisneau que en ningún momento esconde el hecho de que es una puesta en escena y un trabajo fotográfico.
Un final grís.
Life publicará seis besos y el del ayuntamiento que es la fotografía que nos ocupa cubre tan solo un cuarto de página, la foto dormirá en los archivos del fotógrafo hasta que en 1986, un editor decide publicar la imagen como póster, el éxito del cartel es demencial y un gran numero de parejas escriben a Robert diciéndole que se reconocen en la imagen, muchos son los enamorados que creen ser cazados por Doisneau, la historia de esta foto se volverá una pesadilla, una pareja francesa quiere conocerlo y se dan cita con Robert, en una cena por desgracia el fotógrafo no les dijo que eran ellos, pero tampoco que no lo eran por no destrozarles un sueño… resultado, la pareja lleva a los tribunales al fotógrafo y reclaman daños y perjuicios, la demanda sera desestimada pero recurrida y la verdadera mujer de la foto, también le pedirá sin éxito derechos de autor.
El año antes de morir fue un suplicio para Robert Doisneau por esta foto. Robert dirá repetidas veces «Es triste pensar que no voy a dejar mas que esta foto» Robert Doisneau puede estar tranquilo allá donde esté, pues su legado nos deja una multitud de imágenes que nos embaucan y enamoran de la vida cotidiana.